Lo único en
lo que puedo pensar es en las ganas que tengo de meter mi cabeza bajo la ducha
y dejar que el agua corra llevándose mis ideas.
Es lo único
en lo que puedo pensar con claridad, realmente.
Me siento
estancado.
Cortado, sin
creatividad, sin ideas en las que pensar y sin ninguna novedad que contarle a
mis amistades.
Esa fue la
primera señal.
¿Qué contay? Nada.
Nada de
nada. Ni una wea.
Después vino
la pelea con mi vieja y después vino aquella conversación sobre el aniversario.
Y ahí quede
donde me encuentro. Nowhere.
Semanas
pensando en que escribir, al menos tres, si es que no cuatro. Y esto es lo que
tengo que decir: vuelvo al punto donde tengo que contar mis progresos y me doy
cuenta de que estoy igual que hace meses.
O quizás no
igual, pero al menos no mejor. O no mucho.
Como si en
vez de avanzar diera pasos hacia atrás, cual trote norteño.
Eso es lo
que más siento, lo que más me desespera: sentir que en lugar de avanzar me
quedo en el mismo lugar, que parezco retroceder pero ni eso hago, simplemente me desplazo en el mismo espacio. Le dibujo al espectador una ilusión de
movimiento.
Estoy
triste. Hoy iba mirando por la ventana del metro y me di cuenta que llevo algo
así como tres semanas triste. Pensando y pensando.
Pero
tratando de no pensar.
Pero siempre
vuelve.
¿Qué te pasa? Nada. Ya pos, dime, si estay súper ausente, algo te pasa. No… nada.
No, nada,
cambiemos de tema, mejor hablemos de mis notas, de lo entrete que es la
materia, de que estoy –de verdad- estudiando, de que tengo un amigo al que le
gusta una amiga pero a ella no él. De cualquier cosa menos de mi vida privada.
No pregunte
weas po.
No sea weón.
.
…
…..
…
.
Es fome.
Estar hablando con los cabros y estar todo el rato pensando en irme, tomar mis
cosas, prender un cigarro y apartarme del grupo.
Empieza la
gente a hablar sus cosas de gente y comienzo a ahogarme, a desesperarme por
salir de ahí. Una claustrofobia como si los espacios se cerraran sobre mí.
Incluso si estoy en un espacio abierto, me viene algo en el pecho y comienzo a
caminar de un lado a otro, impaciente.
Me entran ganas de pelear con alguien, con
quién sea. El primer weón muy weón que se me cruce.
O quiero alejarme
y darle cabezazos a la pared a ver si es de verdad. A ver si duele.
O tengo ganas
–todo el día- de meter la cabeza bajo el chorro de la ducha.
O ir al baño
con la excusa de mear, y lavarme la cara repetidas veces, sabiendo que no me
queda otra que salir del baño y volver al grupo.
Estoy
pensando en politiquear como medio de escape. Para hacer algo, mantener la
mente ocupada, conocer gente nueva.
Sobre todo
conocer gente nueva.
Creo que voy
a empezar a salir en bici de nuevo. Y a subirle los kilos a la pesa.
Salir, no
estar, evadirme, pensar en otra cosa un poco, un rato.
Un rato no
más.
Hasta que se
pase.
A lo mejor
me rapo y se me pasa.
Ya me ha
funcionado antes.
bye
Comentarios
así no recaes, así no te pierdes.
Quizás deberías moverte un poco, sacudirte el polvo.
Tomarte un vino y pensarlo. no tragarlo.
Quizás.. tengas que bañarte todas las mañanas temprano, ducharte y no dormir siesta. pasear en cleta y escuchar música, gritar, cantar.