Desde la homología se puede proponer que la música de
Portavoz responde a un momento social, su trabajo junto a Funky Flu, Ezer, Dj
Cidtronyck y Revilo Marley; Poblacional
(2007) llega después de 19 años del Mata
Ratas de los Fiskales ad-hoc, y 10 después del Ser humano! de Tiro de gracia. Ya se podían decir cosas, la base de
bandas punk con el mensaje duro y con la exposición radial que había conseguido
Tiro de gracia en esos 10 años daban cabida a una respuesta social que
profundizara la crítica social como supieron hacerlo con las canciones que
crearon durante la “revolución pingüina” del 2006. Fue un momento social y
artístico que se concretó el 2011, que lo impulsó a publicar su disco solista
el 2012, Escribo Rap con R de revolución.
El reconocimiento- la homologación del público- terminó
de concretarse cuando el 2015 se dio la polémica por su participación el
festival Lolapalooza, donde tuvo uno
de los show más destacados por la prensa, en parte por la cruda crítica
política que hizo frente a un público que puede pagar 50mil pesos ($74 usd) por un
espectáculo musical. Es decir, un público al que le enrostra en sus letras ser
culpables de las desigualdades sociales que han movilizado a tantos chilenos
desde el 2006 a la fecha.
Esto último guarda relación con la interpelación que menciona
Pelinski. De alguna forma el público que escucha Portavoz ha crecido porque son más
las personas que se sienten conmovidas por el contenido de denuncia social que
hay en sus letras, escuchar Portavoz es compartir un pensamiento, un mensaje, y
a veces un modo de actuar –como protestar- y permite homologarse –igualarse-
con masas de público. Decir “escucho Portavoz” es decir entiendo la demanda estudiantil, entiendo porque la gente marcha contra
las afp, entiendo que la dictadura aun dura.
Y decir esas frases, presentarse ante los amigos u otros
círculos sociales con esas frases, con esas canciones, van construyendo la
forma en que el individuo se narra a sí mismo, y como quiere narrar su
realidad. La construcción voluntaria de identidad que se hace al enunciar esos
mensajes, al entonar esas canciones, afectan la forma en que el receptor deja
de ser un sujeto y pasa a crearse a sí mismo para ser un individuo que no puede
terminar de homologarse porque la misma interpelación del mensaje lo invita a
no fundirse en la masa, a narrar su propia historia y la del país.
Les dejo un video que vale la pena ser visto, de una canción que vale la pena ser compartida.
bye
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