-Tengo algo
que contarte.
-¿De la Sofía?
No weis po.
-No, pero es
mujer.
-Yaaa.
-No es mucho
en realidad.
-Ya pero
cuenta po.
-El otro día
en la pega fui a comer, me toco ir a hacer unos trámites, así que tuve que
comer solo. Y como andaba cerca del centro me desvié un poco y terminé en un
local vegetariano.
-Eeella la
vegetariana.
-Jajajaja. No,
pero pa probar po.
-¿Y?
-Estaba super
vacío el local, más encima los que atendían como que tampoco estaban.
-Con razón
estaba vacío po.
-Demás. Pero
en la parte donde se hacía la cola justo había una sola persona. Ella.
-Ella, ¿cómo
se llama la “ella”?
-Andrea. Tiene
sangre italiana.
-Te gustan
esas a ti.
-Sí,
yo creo que por eso encuentro tan bonitas a las argentinas.
-Porque erís
caliente será po.
-Jajajaja. Ya
pero el asunto es que estábamos solos haciendo la cola, nadie atendía y había
repoca gente en el local.
-Y entraste a
picar.
-Obvio. Oye,
¿bajémonos aquí en el Pollosaurio y pasemos a probar?
-Yaaa. ¿Es
bueno?
-No sé, pero
un compañero de la u que trabaja en Transantiago me ha hablado harto de este
local y quiero pasar a probar.
-¿Y es tan
bueno que te lo nombró? El weón alucionao con el Pollosaurio.
-Jajaja. No,
me lo encontré una vez en la micro camino a tu casa, pasamos por acá y me habló
del local.
-Harta cola el
local sí.
-En todo caso,
y eso que no es el único de pollos a las brasas en la cuadra.
-Menos mal que
hay sombra pa hacer la cola. ¿Y qué le dijiste po?
-Le pregunté
qué se iba a comprar. Quería un pimentón relleno o algo así. Igual estaba súper
nervioso, me parece terrible de acosador hablarle a alguien que uno no conoce.
-Es raro
igual.
-Pero si no le
hablaba ahí nunca me la iba a encontrar de nuevo, es súper raro que en la pega
me toque comer solo y más raro haber pasado a ese local, así que era la única
oportunidad que tenía y era tan bonita que tenía que intentarlo.
-Estay grande
weón.
-Jaja. Puede
ser. El asunto es que era simpática. No le molestó, o no me dejó ver le
molestaba. Y hablamos un poco de comida vegetariana y volas.
-Como tú eris
tan vegetariano.
-Sí po. Igual
en esas oportunidades se agradece tener una mamá vegetariana, algo aprende uno.
-¿Ya y?
-Y después nos
atendieron, y ella pidió para llevar porque se iba a juntar con unas amigas a almorzar.
-Ahh. ¿Y
comiste solo?
-Sí.
-¿Pero le
pediste su número o algo?
-El Facebook.
La agregué esa noche.
-¿Te aceptó?
-Sí, si es
relajá. Algo hemos hablado después de eso.
-Buena, oye ¿qué
vamos a comprar?
-Mmm, ¿dos
porciones de cuarto de pechuga con papas fritas?
-Ya. En vola
nos conviene el medio pollo con dos porciones de papas.
-Sí, parece
que nos sale más barato. Me molestan mis cuestiones en el bolsillo, las voy a
guardar en tu mochila.
-Oka.
-Ah, pero el
pase no lo puedo guardar po.
-Yo te lo tengo.
-Ya. Es que
este short tiene un solo bolsillo y es terrible molesto, la verdad.
-¿Qué quiere?
-Denos medio
pollo y dos papas de mil.
-Cuatro mil
novecientos.
-Ya.
-Sale altiro
su pedido.
-Ok.
-¿Y, cuándo la
veis de nuevo?
-No sé, esta
semana supongo. No quiero invitarla al cine, me carga estar tanto rato sentado
sin hablar con alguien si es la primera cita.
-¿Entonces?
-A comer
supongo. En esa nos conocimos, en vola en esa tenemos que vernos de nuevo.
-Medio pollo
con papas.
-Acá. Gracias,
que le vaya bien. ¿Queris comer altiro?
-No, es que si
probamos las papas no vamos a parar y después nos vamos a comer el pollo solo.
-Sí, mejor
esperar a que lleguemos. Vamos al paradero entonces.
-Dale. Igual
me quedé pensando en todas las casualidades que nos llevaron a conocernos.
-Ya te estay
pasando rollos.
-Es que igual
justo ese día ella fue ahí, justo estaba sola, yo también, no es normal que yo
almuerce a esa hora, como que se dieron muchas cosas para que coincidiéramos.
-Hola señori-ita.
-Ehh, hola.
-Hola caballero.
-Mmm, hola.
-¿No tiene
calor?
-Nno. Es que
me cuido del sol, ¿ve? Es muy peligroso, po-por eso ando con el gorro.
-Sí po, hace
mal pa la piel.
-Hay que
cuidarse.
-Igual anda
bien tapado, con su chaqueta y el abrigo. Buenos audífonos tiene, oiga.
-Yo-o vivía
cerca de acá.
-Ah.
-Con mi mamá
que en paz descanse.
-Ah.
-A-antes yo
era dentista.
-Mi abuelo era
dentista. Bonita esa profesión.
-Ahora ya no
tengo dientes, ¿ve? Me los saqué todos para que no me duelan.
-Verdad po. Yo
ando rejodio de una muela.
-Mmmff.
-Oye flaca,
préstame tu mochila pa sacar algo.
-Toma.
-Tenga
caballero, no es mucho pero algo es algo.
-Yo ehehesto
lo voy a usar para hacer unas artesanías que aprendí a hacer en el sur, así
bien bonitas.
-Que bueno,
ojalá las venda todas.
-Me… voy a… a…
que el Señor los cuide.
-Hasta luego
caballero.
-Hasta luego.
-Oye que raro
el vago, oh.
-Sí weón,
andaba entero abrigao.
-Qué onda su
vida que no le da calor con este sol.
-No sé weón,
son raros los vagabundos.
-Eheh.
-Bueno, como te
iba diciendo con tanta coincidencia no podía dejar pasar la oportunidad.
-Buena. ¿y te
gusta?
-Sssí. Es
super bonita.
-Igual sería
bueno que te gustara alguien. Ya han pasado varios meses.
-Sí.
-…
-Mira ahí
viene de vuelta. Ssss, cacha: se compró una caja de vino.
-Jajajaja.
-Yo creí que
se iba a comprar algo pa comer.
-Capaz que ni
le vendan en esos locales.
-Veo que se
compró un vino.
-Es que
nosotros no tomamos agua.
-¿Nosotros? ¿Nosotros
quiénes?
-Los
invasores.
-¿Qué
invasores?
-…
-Ahí viene la
micro.
-¿Qué están
invadiendo?
-…
-Ya, subamos
oye.
-Ya. Cuídese
caballero, que le vaya bien.
-Hasta luego.
-Ch-chao.
-Tú tenis mi
pase.
-Buenas
tardes.
-Buenas
tardes.
-Buenas
tardes.
-Igual me dio
miedo lo que dijo el tipo.
-Sí, weón, qué
wea el tipo.
-No cacho. En
vola los vagabundos nos están invadiendo. Serán de otro planeta. Una invasión
silenciosa.
-Ya, cállate
weón que me da miedo.
-Jajajaja.
Estoy pensando seriamente en no volver a hablarle a vagabundos.
-Yo también.
-Más encima se
quedó callado cuando le pregunté qué estaban invadiendo.
-Cállate,
weón.
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