Contesta el teléfono. Le digo que quiero renovar. ¿Será ella? Es joven puede ser. Me pide el rut. Me distraigo tratando de identificar su tono de voz. Se lo doy mal. Me corrijo. Se ríe. Quizás si es ella. Me lo pregunta de nuevo. Esta vez se lo canto bien. Se ríe de nuevo y comienzo a reírme. Tan grande y no sabes el rut, me dice. Está coqueteando, estoy seguro. Es que me distrajiste, le digo. Reímos. Me dice para que fecha quedaron los libros. Le doy las gracias. Silencio incomodo. Hasta luego, decimos. ....... ..... .. . La fantasía de la bibliotecaria... No se engañe: la Biblioteca de Babel de Borges incluía bibliotecarias!!! Esa fantasía es distinta a la fantasía de la enfermera porque no utilizan uniforme. No hay una vestimenta típica. Hay que verlas trabajando pa identificarlas. Supongo que todos los hombres fantaseamos con los disfrazaces de profesiones. ........................ ............... ..................... -¿Me estás coqueteando? -Puede s...
últimamente esto se trata de la vida misma, sin reparos en las consecuencias, escribiéndola tal cual