Movimiento Patagonia sin Represas en La Moneda |
Barrio Bellavista, después de las 22 y media. Las bestias galopan persiguiendo a un grupo de gente. Es el tipo gente que quiere que las fuerzas especiales no utilicen animales, pero qué culpa tienen los caballos en todo esto. Ninguna. El grupo avanza, corre, se disuelve, interrumpe momentáneamente el carrete del barrio. Podrían dirigirse a la casa del poeta, pero su número ya es reducido y ya no piensan como grupo. Las bestias los están persiguiendo donde ninguno de ellos esperaba que lo hicieran, únicamente les preocupa escapar, librar. No hay tiempo para gritar Patagonia sin represas.
-Pero hijo, si solamente van a inundar el cero coma cero algo por ciento de la Patagonia.
-Mamá, no importa cuanto sea, no importa si es harto, poco o mucho, sea como sea no va a crecer otra Patagonia sobre el mar ni sobre el desierto. Es la única que hay.
Alameda, después de las 21 y treinta. Una fila de carabineros montados avanza hacia un pequeño grupo que está sentado en la calle, avanzan lento pero seguro. Todos esperamos que al llegar donde los manifestantes se detengan, pero no-lo-ha-cen. Mierda.
-Hidroaysen es necesario, Chile necesita más energía.
-Mentira, hay abundancia de energía, si están negociando con Argentina para venderle el excedente de la energía que se produce actualmente.
Plaza Italia, cerca de las 20. El proyecto fue aprobado ayer. Costo salir del metro por el gas lacrimógeno, pero se pudo. Somos poco más de quinientos, pero está llegando cada vez más gente, está volviendo la gente que se fue cuando soltaron el gas. Cuando comenzamos a marchar rondamos los mil. Más tarde las cifras revelan que frente a la Moneda éramos más de cinco mil pidiendo que no se construya la hidroeléctrica.
-Los estudios dicen que no es realmente dañino para el medioambiente.
-No necesito un estudio para saber que construir una represa es malo para el medioambiente.
La Moneda, nueve pe-eme. Cuarenta mil personas o más, muchas más, llenan la Alameda. Alguien se acerca a entregar una carta oficial para pedir que no se construya el proyecto, alguien sale oficialmente a recibirla. La masa permanece expectante, indecisa, podemos volver a Plaza Italia o podemos esperar. Esperamos. Algunos comienzan a hacer desordenes, pero la masa los reta, les dice que aún no. La tensión se vuelve desesperante. Alguien inicia un fuego, el guanaco suelta su primer chorro. Setenta mil personas (o menos) comienzan su escape.
-Al nivel de crecimiento de país que llevamos necesitamos más energía.
-No. El mayor consumo de energía se da en la industria minera, la que no es estatal, por lo tanto más que ser una política de país cruzar todo el país con cables para abastecerlas, lo que se debería hacer es que cada mina se procure su propia energía a través de energías “alternativas”.
Acto del 21 de Mayo |
Afueras del metro San Pablo, mediodía. Cerca de cinco mil personas escuchamos a las bandas y a los grupos ambientalistas que convoca este acto cultural en rechazo a Hidroaysen. En el congreso, durante su discurso, confirma la construcción del proyecto. Canta La Legua York, Camila Moreno, Inti-Illimani histórico. Hay doce embajadas tomadas en este momento en señal de rechazo a la inundación de las tierras. Habla Greenpeace, la organización Patagonia sin represas, una junta pro defensa de la Creación. Algunos asistentes sacan pancartas pero él sonríe: está recibiendo alrededor de un aplauso por minuto por parte de su bancada, todo muy coordinado. Salvador, el hijo de un vocalista de La Legua York, canta: a mí no me engañas payaso Piraña. Un carro zorrillo acumula gas lacrimógeno en su interior y sufre una grave emergencia. Hay numerosas banderas de Chile, banderas del pueblo mapuche, carteles contra Monsanto. ¿Hace cuánto que Hinzpeter no siente el gas? Anuncian que el acto llega a su fin y nos disolvemos rápidamente, hondeando nuestra tricolor, demostrando que por la paz también se puede.
No a Hidroaysen, no a Monsanto |
bye
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