Ese día había acompañado a la flaca en el metro, pero ella había hecho combinación antes y seguí solo, como está el sistema de trenes rojos y verdes me baje a esperar el siguiente, porque en el que iba no me servía para llegar a la estación a la que quería llegar.
Estoy en eso y cuando voy a subir la veo. Se bajo del carro, en la puerta que estaba al frente de mí, entre el torrente de gente que bajo pasó al lado mío. No me vio, o fingió no verme. Yo me detuve, la miré, tomé su brazo.
–De verdad me gustas-le dije.
Y ella me miró con sus ojos de hielo, color icebergs, y me hizo un gesto de que eso no cambiaba lo que ella sentía. Sonó el cierre de puertas. Preguntó:
No sé si me pidió que me subiera o si era una invitación a conversar las cosas con más calma, pero musité un rápido “sí” y subí al carro.
No miré atrás, nunca miro atrás cuando huyo.
bye
Estoy en eso y cuando voy a subir la veo. Se bajo del carro, en la puerta que estaba al frente de mí, entre el torrente de gente que bajo pasó al lado mío. No me vio, o fingió no verme. Yo me detuve, la miré, tomé su brazo.
–De verdad me gustas-le dije.
Y ella me miró con sus ojos de hielo, color icebergs, y me hizo un gesto de que eso no cambiaba lo que ella sentía. Sonó el cierre de puertas. Preguntó:
subir?
–¿Vasa
No sé si me pidió que me subiera o si era una invitación a conversar las cosas con más calma, pero musité un rápido “sí” y subí al carro.
No miré atrás, nunca miro atrás cuando huyo.
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F
... ... ...
I
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N
...
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F
... ... ...
I
. . .
N
...
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Este es un cruce entre dos hechos reales.
Pero ante todo es ficción.
Viene del cuento Santiago to night.
Inicia en Plaza Baquedano el principio del exodo
Continua en el cuento Podando árboles.
Pero ante todo es ficción.
Viene del cuento Santiago to night.
Inicia en Plaza Baquedano el principio del exodo
Continua en el cuento Podando árboles.
bye
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