Llevo un tiempo preparando una revista literaria con mis amigos que se animaron a escribir.
Cuento. Poesía. Novela.
Más adelante, quizás, otras cosas.
Hace un tiempo, largo tiempo, vengo novelando algunos escritos que están aquí. Hilando cuentos que he escrito por motivos independientes para que sean capítulos de una novela.
En particular, durante el 2011 traté de terminarla.
La vida se puso en marcha.
Y dejé de escribirla.
Pero seguí pensándola.
Avancé
Este año quise retomar en serio y escribí un capítulo en enero. Después de conversar sobre darle el carácter de taller al trabajo previo a la publicación de la revista, escribí el siguiente capítulo en mayo.
Empecé el capítulo 7 (el 8 ya estaba listo) el 2011, me salté hasta el 16 el 2013 y en enero de este año escribí el 9, luego en mayo el 10. En junio escribí un fragmento de podía ser un capítulo o una parte de un capítulo pues es un sueño y encuentro bueno eso, podría hacerlo en más relatos que en Keep Walking.
Bajé la separación de capítulos al ritmo del 2011-2012, es decir, mi productividad aumentó -nuevamente- a 1 capítulo cada 5 meses.
Eso es mucho. Me quedan 13 por escribir y no quiero estar 65 meses más escribiendo esta novela.
Me di cuenta de que 11 capítulos escritos de un total de 24, son la mitad menos uno.
Si escribo uno más paso la mitad, y si paso la mitad tengo que terminarla. O sería un estúpido.
Así que llegué a la disyuntiva.
¿Termino o abandono?
En el entretanto he tenido un par de buenas ideas, incluso de otras novelas o libros de cuentos, pero la idea de estar al debe con la novela me desconcentra.
Terminar o no terminar.
Cuento. Poesía. Novela.
Más adelante, quizás, otras cosas.
Hace un tiempo, largo tiempo, vengo novelando algunos escritos que están aquí. Hilando cuentos que he escrito por motivos independientes para que sean capítulos de una novela.
En particular, durante el 2011 traté de terminarla.
La vida se puso en marcha.
Y dejé de escribirla.
Pero seguí pensándola.
Avancé
Este año quise retomar en serio y escribí un capítulo en enero. Después de conversar sobre darle el carácter de taller al trabajo previo a la publicación de la revista, escribí el siguiente capítulo en mayo.
Empecé el capítulo 7 (el 8 ya estaba listo) el 2011, me salté hasta el 16 el 2013 y en enero de este año escribí el 9, luego en mayo el 10. En junio escribí un fragmento de podía ser un capítulo o una parte de un capítulo pues es un sueño y encuentro bueno eso, podría hacerlo en más relatos que en Keep Walking.
Bajé la separación de capítulos al ritmo del 2011-2012, es decir, mi productividad aumentó -nuevamente- a 1 capítulo cada 5 meses.
Eso es mucho. Me quedan 13 por escribir y no quiero estar 65 meses más escribiendo esta novela.
Me di cuenta de que 11 capítulos escritos de un total de 24, son la mitad menos uno.
Si escribo uno más paso la mitad, y si paso la mitad tengo que terminarla. O sería un estúpido.
Así que llegué a la disyuntiva.
¿Termino o abandono?
En el entretanto he tenido un par de buenas ideas, incluso de otras novelas o libros de cuentos, pero la idea de estar al debe con la novela me desconcentra.
Terminar o no terminar.
- prólogo:
- parte
1 Prohibido suicidarse en invierno
- Interludio:
- parte
2: Nivola de furia
bye
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