Ese día iba caminando por calles desiertas, pasó Cumming sin detenerse bajo los árboles-divide-calle, el único respiro que se dio fue frente al Anibal Troilo Tango Club, en San Pablo, porque siempre las ganas de tomar clases, nunca la plata.
Al llegar a Catedral se empieza a cuestionar como salir a su destino y caminar Compañía sin acompañante no le tinca, repetirse por millonésima vez la Alameda sería un mal chiste, tomando Huérfanos pasaría por la Plaza Brasil y más de una pareja lo miraría raro entre chelas y besos, como el no está para eso decide continuar hacia el centro, el Centro, por Agustinas y vamos pal sol, mientras duerme no llora.Avanzaba por edificios sin importancia, sin el porte del edificio que buscaba, sin ser la Basílica del Salvador ni estar en Almirante Barroso, sostenida por maderos contra el tiempo, sostenida contra el contra el olvido por mástiles de barcos que nunca zarparon, restos de un navío que encallaba, yo te quise yo te amaba, no sé bien lo que pasó.Siempre ve la misma cara de la iglesia, la de Agustinas, con una “plaza” cercada, así que nadie puede recrearse ahí, después de todo la construcción está a punto de desmoronarse, hay trabajos de contención de riesgos y no vaya a ser cosa de que un niño muera entre hojas de otoño; por esto da la vuelta y enfrenta la cara de Huérfanos y sus torretas, el estilo gótico plenamente identificado y al menos tres ángeles, de nuevo tu, abriéndome tus alas, me borraste las malas rachas de dolor, porque tu eres el ángel que quiero yo.
Le gustó dejar Agustinas porque no tiene nada nuevo, no al menos en dirección Este, si fuese en sentido contrario podría llegar Matucana y perderse en la Biblioteca de Santiago, o perderse en la Villa Portales, tomar su bicicleta y deslizarse calle abajo, mi bicicleta es un caballo de metal que me lleva atravesando fronteras y tiempo, contemplar la nada sobre el quebrado conector de edificios que hace de puente en esa bajada, contemplar con ella, nuevamente con ella en un día teñido de naranjo, naranja dulce, limón partido, dame un abrazo que yo te pido.
Sigue por Huérfanos y sus sombras, árboles, silencio, tranquilidad a pesar de la Arcis en toma, del frutero que pasa con su carro ofreciendo tomates y alcachofas, la verdura con corazón, contiene las ganas de comprarle maní con merkén al Tío semilla, vendedor que después de ser llamado así durante mucho tiempo decidió grabar el nombre en su carro, sus ojos hallan el certero stencil de una sola palabra:
Al llegar a Catedral se empieza a cuestionar como salir a su destino y caminar Compañía sin acompañante no le tinca, repetirse por millonésima vez la Alameda sería un mal chiste, tomando Huérfanos pasaría por la Plaza Brasil y más de una pareja lo miraría raro entre chelas y besos, como el no está para eso decide continuar hacia el centro, el Centro, por Agustinas y vamos pal sol, mientras duerme no llora.Avanzaba por edificios sin importancia, sin el porte del edificio que buscaba, sin ser la Basílica del Salvador ni estar en Almirante Barroso, sostenida por maderos contra el tiempo, sostenida contra el contra el olvido por mástiles de barcos que nunca zarparon, restos de un navío que encallaba, yo te quise yo te amaba, no sé bien lo que pasó.Siempre ve la misma cara de la iglesia, la de Agustinas, con una “plaza” cercada, así que nadie puede recrearse ahí, después de todo la construcción está a punto de desmoronarse, hay trabajos de contención de riesgos y no vaya a ser cosa de que un niño muera entre hojas de otoño; por esto da la vuelta y enfrenta la cara de Huérfanos y sus torretas, el estilo gótico plenamente identificado y al menos tres ángeles, de nuevo tu, abriéndome tus alas, me borraste las malas rachas de dolor, porque tu eres el ángel que quiero yo.
Le gustó dejar Agustinas porque no tiene nada nuevo, no al menos en dirección Este, si fuese en sentido contrario podría llegar Matucana y perderse en la Biblioteca de Santiago, o perderse en la Villa Portales, tomar su bicicleta y deslizarse calle abajo, mi bicicleta es un caballo de metal que me lleva atravesando fronteras y tiempo, contemplar la nada sobre el quebrado conector de edificios que hace de puente en esa bajada, contemplar con ella, nuevamente con ella en un día teñido de naranjo, naranja dulce, limón partido, dame un abrazo que yo te pido.
Sigue por Huérfanos y sus sombras, árboles, silencio, tranquilidad a pesar de la Arcis en toma, del frutero que pasa con su carro ofreciendo tomates y alcachofas, la verdura con corazón, contiene las ganas de comprarle maní con merkén al Tío semilla, vendedor que después de ser llamado así durante mucho tiempo decidió grabar el nombre en su carro, sus ojos hallan el certero stencil de una sola palabra:
CANCER
El suelo tapizado de hojas caídas marcaba el inicio de la escalera y esta el inicio de la pasarela Huérfanos, en un puente quebrado cerca de Vallenar, con una cruz al hombro Run-run debió cruzar.Camino lentamente por el puente para poder ver pasar el tren en ambos sentidos, sentir el silencio nacido de la saturación del ruido, recordar esa tarde de helados en el Bravísimo y primera cita, beso que no fue, carta, él dándose cuenta que empezaba a pensar en otra chica; bajar del puente mirando el gran árbol, la escultura, el registro civil, los stencil y todo lo que podía mirar, no puedo creer la cosa que veo, por las calles de Santiago veo.
De alguna manera logró escabullirse a Ahumada y comprar un barquillo de vainilla, y por alguna manía se arrancó con los dientes un cuerito de su índice derecho, rehizo camino hasta la Plaza de la Constitución, saludo al grupo, se sentó por ahí, terminó su carta salpicada de trozos de canciones, limpió la sangre de su dedo en ella, converso un poco y se puso a pensar en los túneles bajo la Moneda, túneles que Allende no usó aquel once.
Se despidió de todos con más frío que dureza, le entregó a ella su carta de amor que no fue ni será, tomó el metro en Moneda y se disolvió entre la gente y no me digas pobre por ir viajando aquí.
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F
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I
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N
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F
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I
....
N
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Ese sería el texto.
Incluye mucha de la música que me gusta, de los grupos que me gustan. Que sería, en orden de aparición:
- Suede, the sound of the streets
- Cholo mandinga, Los mandingas (y vamos pal sol, mientras duerme no llora)
- Fito Paez, La despedida (restos de un navío que encallaba, yo te quise, yo te amaba, no sé bien lo que pasó)
- Robie Williams, Ángel (de nuevo tu, abriendome tus alas, me borraste las malas rachas d edolor, porque tu eres el ángel que quiero yo)
- El otro yo, Desatándonos ( mi bicicleta es un caballo de metal que me lleva atravesando fronteras y tiempo)
- Canción infantil, ¿? (naranja dulce, limón partido, dame un abrazo que yo te pido)
- Violeta Parra, Run-run se fue pal norte (en un puente quebrado cerca de Vallenar, con una cruz al hombro, Run-run debió cruzar)
- Sol y lluvia, Adiós General (no puedo creer la cosa que veo, por las calles de Santiago veo)
- Los prisioneros, Tren al sur (y no me digas pobre por ir viajando aquí)
Hace referencia a varias personas, momentos de mi vida, recorridos hechos por distintos motivos, en diferentes días, la unica ficción es la referencia a la Villa Portales, que es algo que quiero hacer con cierta chica de pelo castaño...
También tiene dos referencias a Ameliè, vero, lo del día teñido de naranjo y la alcachofa, verdura con corazón. Antes de que hablaramos acerca de la peli ya estaban por si acaso.
Este cuento posiblemente viene del cuento Plaza baquedano, el principio del exodo
Una posible continuación sea Santiago to nitgh
Espero les guste, opinen
bye
Comentarios
Me gustaria estar con vos la proxima vez que pise santiago.
Ya te va a tocar el llamado!
Te quiero.
besote.
Saludos !
Pablo