La virgen se aparece. Nada más comienza la obra el tema de la religiosidad se hace presente, los personajes y todo el escenario de la morgue quedan bajo la mirada de la virgen, Cierra también la obra. Pero no hace nada, como cuando la virgen se le aparecía a Miguelito en los cerros, distrayendo la atención de los muertos. Un muerto se levanta. Él. Incluso en el guión de Griffero no se consigna el nombre de este personaje, Él es uno de los muertos sin nombre, sin tumba, sin siquiera un informe de defunción. Le advierte a Germán –el protagonista- que las generaciones futuras deberán hacerse cargo de su historia. Es el mismo Griffero quien se refiere a esta forma de componer los personajes en su lectura de HP, donde también los personajes son apenas enunciados en el guión, para no cargar arquetipos sobre la interpretación de los actores y darles espacio a su creatividad, a una creación conjunta director-actor que se deba realizar-resignificar cada vez que se monte la obra. La obra se...
últimamente esto se trata de la vida misma, sin reparos en las consecuencias, escribiéndola tal cual