-El otro día le hice una maldá a la Andrea. -Soy pesao, weón, ¿qué le hiciste? -Es que hace como una semana yo estaba durmiendo y de repente despierto full caliente, porque ella se había despertado antes que yo y estaba jugando a… esconderlo en la boca. -Jjajajajjajaja. Pero rico po, qué te quejay. -Sí, rico, pero no es que uno despierte, sino que estaba despierto a medias, medio excitado y los ojos se me cerraban solos de sueños. -Ahh, que eris fome. -Jajaja. Nah, sí no es que fuera malo, al contrario, solo que si uno de verdad estaba durmiendo es como “ya, ya, ya, rico, rico, pero ya, déjeme dormir porfa”. -Jajajajajaja. ¿Y esa fue tu maldad? -Noooo, lo que pasa es que días después me desperté antes que ella. -¿Y se la devolviste? -Sí po, levanté las sábanas con cuidado, le corrí el calzón pal lao y apliqué lengüita. -Jjajajajajja. Weón, te apuesto que sí se prendió. -Noo, si da sueño brigídamente. -Ah, que son fomes. -No, si al rato uno despierta y ahí ya es puro tirar...
últimamente esto se trata de la vida misma, sin reparos en las consecuencias, escribiéndola tal cual