Párense en una fila, por orden digan su nombre y muéstrenle respeto al señor Winterfel. – dijo Bróttur, el enano. Armado de un hacha de guerra, el robusto capataz del anticuario miraba desafiantemente a los tres esclavos recién comprados en el Mercado de la Carne, en el corazón de la ciudad de Turinfel. Recién marcados con fierros al rojo vivo en el rostro para señalar su condición de esclavos. El primero en hablar fue el joven elfo. -Mi nombre es Hitlerii. –dijo. Original de las tierras élficas de Inllurvalz, Hitlerii se había alejado de la ciudadela de su raza para dedicarse a las actividades criminales de baja monta en las tierras de los humanos. Deseoso de usar la Cabeza mágica de Rafiki para hablar con su fallecido abuelo, Mutor el conquistador, escuchó que en la ciudad de Turinfel vendían Flautas de arañas, instrumento musical necesario para que la reliquia mágica sirva de médium. Una vez en la ciudad, mientras intentaba ingresar a una tienda de instrumentos que estaba cerrada, f...
diuk
últimamente esto se trata de la vida misma, sin reparos en las consecuencias, escribiéndola tal cual